dimarts, 14 de juny del 2016

ANTES DEL VERANO



La próxima llegada del verano y sus correspondientes calores nos invitan a la playa, a la cervecita, el café del tiempo después de comer, la siesta, el helado de media tarde, la playa, la charlita nocturna… En fin, antes que caigamos en este sopor veraniego y desde la distancia conviene hacer un rápido repaso a lo acontecido en nuestra Semana Santa en los últimos meses. Periodo que nos ha proporcionado algunos cambios más o menos importantes según el criterio de cada uno.
Cambio en la cúpula o dirección de nuestra principal Cofradía, la Sang. Hay que dar un voto de confianza hacia los nuevos gestores a los cuales, por lo visto, no les faltan nuevas ideas, afán de revitalizar y renovar nuestra Semana Santa. Se vislumbraron algunos detalles y facetas como la búsqueda de innovaciones organizativas internas y externas, de imagen corporativa, captación e involucración de afiliados, apertura de la iglesia de Nazaret, fomento devocional, mostrarse a los colegios, etc. 
Cambio en la celebración del Sábado de Pasión por parte de la Cofradía del Cristo del Buen Amor y Ntra. Sra. de la Amargura con S. Juan Evangelista. Su procesión por las calles de la parte baja de la ciudad representó una  novedad con una espectacular y nada usual salida y entrada en la Iglesia de San Nicolás de Bari.  Sería deseable su consolidación. Veremos si sirve para enganchar una parte de nuestro entorno urbano, un tanto al margen, hacia una determinada cofradía y una procesión  fuera del ámbito habitual.
Por otra parte, tuvo lugar un acto sencillo y diferente. Pasó casi desapercibido, sin demasiada repercusión mediática. Salida del Sant Crist de la Sang al Centre Residencial de Santa Tecla de Llevant. Hace años  la citada imagen se sacaba para acompañar a los condenados a muerte. En esta ocasión se acercó a personas al final de su existencia para darles un soplo de alegría, de ternura, de acompañamiento, despertando en sus desgastadas mentes recuerdos y sentimientos devocionales existentes en otros momentos de su vida. Acto humilde, íntimo, sin realce pero muy entrañable y emocionante. Otra expresión o cara de la Semana Santa.
La procesión de Lunes Santo de La Salle, Maginets y Descendiment incorporó una peana sobriamente adornada con la imagen del crucificado. Una demostración de que sin demasiado ruido y al son de un par de tambores también se puede marcar la cadencia de un paso llevado a hombros.
Cambio en la organización de la recogida de pasos. Para el público expectante representó un alivio a su plantón y una mejora interesante. Supongo que para los portantes también. Los pasos iban subiendo de manera seguida sin las esperas de antaño. Hay quién echa de menos la presencia de público en la plaça del Rei. ¿Se puede llegar a una solución intermedia?.
En cuanto a la procesión del Santo Entierro no hubo cambios importantes. Lenta salida y los parones habituales. En esta ocasión, sin cortes. Habrá que seguir pensando medidas alternativas. ¿Recorte del recorrido?, ¿Dos procesiones?, ¿Salida adelantada de los armats?. Tiempo habrá para comentar y abrir el correspondiente debate.
Últimamente viene siendo un acto entrañable y significativo el final de la procesión en la plaça del Rei, con el Sant Crist de la Sang esperando a la Virgen de la Soledad y la breve oración de despedida. Todavía es poco conocido y divulgado. Quizás, a mi entender, la entrada en la iglesia de Nazaret de ambas imágenes podría hacerse con la interpretación de la marcha “Setmana Santa de Tarragona” por parte de la Banda Unió Musical de Tarragona.
Pasado el verano, volveremos para hablar de nuestra Semana Santa a la que no debemos olvidar en el resto de año. ¡Buen verano a todos!.